La Etapa de Formación Inicial en JUFRA: La Siembra del Carisma Franciscano 

La Juventud Franciscana (JUFRA), como parte de la Familia Franciscana Seglar, no es solo un grupo de jóvenes, sino una escuela de vida espiritual que sigue un proceso formativo bien estructurado. La Etapa de Formación Inicial constituye el primer y fundamental paso en este camino.

Esta fase está diseñada para que el aspirante –ya sea proveniente de la Adolescencia Franciscana (ADOFRA) o recién integrado– descubra y asimile el carisma franciscano como una forma de vida, preparando el corazón para una vocación seria.

Objetivos Clave de la Formación Inicial

El objetivo principal de esta etapa es el Discernimiento Vocacional. La formación inicial se centra en:

1. Conocimiento de la Identidad: Entender qué es JUFRA, cuál es su vínculo con la Orden Franciscana Seglar (OFS) y en qué consiste la vida de un cristiano laico en la escuela de San Francisco y Santa Clara de Asís.

2. Profundización Bíblica: Un estudio introductorio al Evangelio, que es la Regla y Vida de los franciscanos. Se aprende a leer y meditar la Palabra de Dios a la luz de la experiencia de San Francisco.

3. Vida de los Fundadores: Estudio biográfico y espiritual de San Francisco y Santa Clara para comprender sus gestos, su amor a Cristo crucificado y su radicalidad evangélica.

4. Iniciación Fraterna: Aprender a vivir la vida de fraternidad, que es esencial en JUFRA. Se promueve la convivencia, el respeto y el servicio mutuo, experimentando el saludo de "Paz y Bien" en la cotidianidad.

Duración y Proceso

La duración de esta etapa es flexible, adaptándose a la realidad de la Fraternidad Nacional, Regional o Local, pero generalmente abarca un periodo mínimo de seis meses a un año.

Al finalizar la Formación Inicial, el joven no hace aún su promesa definitiva. Más bien, culmina con un primer compromiso ante la Fraternidad: la Admisión, que da inicio a la siguiente etapa de profundización formativa, a menudo denominada Para el Compromiso, que dura aproximadamente un año y después continua con el Tiempo de Profundización. De esta manera, se asegura que la semilla del carisma esté bien plantada antes de que el joven asuma compromisos mayores.