Adolescencia Franciscana

Si la NIFRA es la infancia y la JUFRA es la juventud, la ADOFRA (Adolescentes de la Fraternidad Franciscana) es ese momento crucial en el que la semilla franciscana empieza a echar raíces en un corazón que está madurando.

La ADOFRA es el espacio de formación para los preadolescentes y adolescentes (generalmente entre los 11 y 14 años, o según los límites definidos por cada fraternidad). Es una etapa de transición y búsqueda intensa.

¿Cuál es la Misión de la ADOFRA?

En la ADOFRA, la formación franciscana se adapta a los retos de la adolescencia, un tiempo de grandes cambios:

• Identidad y Pertenencia: Los adolescentes están buscando su lugar en el mundo. La ADOFRA les ofrece una identidad cristiana fuerte basada en San Francisco y un sentido de pertenencia a una fraternidad donde son aceptados tal como son.

• Decisiones y Valores: Se profundiza, de forma más reflexiva que en la NIFRA, en los valores esenciales: ¿Cómo vivir la pobreza evangélica en la cultura del consumo? ¿Cómo ser un constructor de paz en la escuela? ¿Cómo amar la Creación en un mundo tecnológico?

• Transición a JUFRA: Esta etapa sirve como un "puente" formativo. Prepara a los adolescentes con los conocimientos y la madurez necesarios para que, cuando llegue el momento, puedan ingresar a la JUFRA de manera consciente y responsable.

En este grupo, los jóvenes aprenden que ser franciscano no es una moda, sino un estilo de vida que les ayuda a ser felices y a encontrar a Jesús justo en medio de los desafíos de su edad.

¡Recursos para Acompañar el Crecimiento!

En esta sección de formacionseglar.com encontrarás material específico para guiar a estos adolescentes:

• Temas de formación que conectan la espiritualidad franciscana con sus intereses (música, redes sociales, amistad).

• Dinámicas para trabajar la autoestima, el discernimiento y el manejo de emociones.

• Orientación para los animadores y formadores que tienen la hermosa tarea de acompañar este delicado y valioso proceso.

La ADOFRA es el jardín donde las promesas de la fe florecen con la fuerza y la esperanza de la adolescencia.